- Los respiraderos automáticos protegen las construcciones al evacuar el humo, calor y gases tóxicos de una edificación en llamas.
- Son ideales para grandes espacios sin obstrucciones tales como fábricas, depósitos, auditorios y establecimientos de venta al por menor.
- En caso de incendio, el calor funde un eslabón fusible ubicado en el mecanismo de cierre que abre automáticamente la tapa para evacuar el humo del edificio.
- Potentes brazos de elevación con resorte a gas diseñados para abrir la tapa contra una carga de nieve y viento de 49 Kg/m2.
- Una vez activado permite un mayor tiempo de evacuación y menor riesgo de inhalación de humo y daños.
- Ofrece protección contra incendios secundarios y propagación lateral del fuego.
- Facilita la expulsión de humos tóxicos y potencialmente explosivos.
- Ofrece protección de la estructura de la edificación contra el calor excesivo.
